Trepida: escuchando parentescos extraños
TREPIDA propone generar un abordaje geológico dentro del complejo campo de la curaduría y las prácticas artísticas de arte contemporáneo. Como proyecto enuncia un movimiento telúrico, proponiendo acciones concretas como excavar, extraer, compostar y emparentar, las que configuran el eje desde donde vislumbrar un camino de experimentación a través de la hendidura y la fisura. Un intersticio que nos permita revelar los estratos residentes del sedimento, posibles ejercicios poéticos, ciertas revelaciones y otras posibilidades de coexistencia.Cuando la tierra se mueve bajo nuestros pies, impone una fractura que detiene por un momento sus ritmos superficiales, abriendo paso a un espacio-tiempo que no corresponde a las velocidades antropocéntricas de la superficie, pero tampoco a la lenta temporalidad subterránea. Lo sísmico invierte todo ordenamiento racional, nuestra comprensión del mundo trepida dando espacio a la incertidumbre, pero también a la posibilidad.La perspectiva geológica se manifiesta en las relaciones con el suelo, en los terremotos, en la extinción masiva de especies, en la contaminación del planeta y en los debates acerca del capitaloceno y el posthumanismo. Es así que la cultura, la geología y la materialidad son indisociables: infraestructuras, pensamientos, percepciones, materias, poseen un estrecho vínculo con el mundo de las capas geológicas, sus distintos comportamientos
-corteza, manto, núcleo- y con la memoria del planeta. Los acontecimientos demuestran la imposibilidad de separar lo político de lo natural, lo geopolítico de lo geológico, la cibercultura de la cultura y la tecnocultura. El planteo curatorial tiene la intención de investigar sobre los diferentes contextos ecológicos que funcionan como continentes de la práctica artística, a la vez que procura estimular el desarrollo de procesos de creación, que consideren la permeabilidad con el suelo, la atmósfera, el agua, los vientos, las rocas, entendiendo que la geología no se reduce a la simple contemplación de un mineral, fósil o paisaje, ni tampoco al estudio de los grandes desastres naturales. Es mucho más. La geología es una ciencia básica y fundamental para atender las necesidades de un planeta en crisis: ¿Qué sucede cuando un artista incorpora a modo de ejercicio especulativo la experiencia ¿Qué cosas aparecen? ¿Qué zonas emergen al rastrear la historia de los materiales? ¿Es posible que las prácticas artísticas contribuyan a la construcción de otros futuros, acaso fabulados, en esta y otras superficies del cosmos? Hurgando en los fantasmas de la modernidad comenzamos a visualizar las diferentes capas temporales sobre las que habitamos, la profundidad se convierte en tiempo y proyecta nuevas posibilidades de sedimentos hacia el futuro. Revelando un conjunto de ecologías y una modalidad del trabajo artístico situado, que contribuye a cuestionar el proyecto moderno, tornándose imprescindible repensar la idea de la materia como algo inanimado, extraíble, manipulable, opuesta al sujeto, es necesaria una "apertura estético-afectiva hacia la vitalidad material" (Bennett, 2022), en pos de comprender el papel activo de los materiales no humanos en la vida pública. Podríamos decir que la cultura, la economía y la política hegemónicas le han declarado la guerra a la vida de entidades humanas y no humanas, y que en el origen de esta crisis está la ruptura de la cultura occidental y la modernidad respecto a la materialidad de la tierra y de los cuerpos.Las obras aquí presentadas no se plantean como piezas desarticuladas entre sí, sino como agenciamientos derivados de un proceso de experimentación procesual, desde el cual cada artista evidencia la trama que lx emparenta con lxs demás y con lo otro, propiciando la invención de ficciones raras y metodologías críticas. La propuesta articula lo siguiente: una instancia procesual de laboratorio y la creación de una exposición en la cual se refleja el trabajo de intercambio y producción anterior, además de un programa público. Para esto invitamos a nueve artistas, intentando desmontar, desvincular, simbiotizar (producir nuevos parentescos), genealogizando materiales y procesos, desgeolocalizando las experiencias y las poéticas en pos de compostar un re-visitado y a la vez extraño lugar para habitar.
II
Laboratorio:
El laboratorio se desarrolló durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 2023 y se configuró como un espacio experimental y procesual que apuntó a imaginar posibilidades de regeneración matérica en un mundo en crisis. A través de prácticas tangibles e intangibles, la intención fue cooperar para producir conocimiento a través de la crianza mutua y el afecto (dejarse afectar). Partiendo de obras que han sido relevantes en la trayectoria de lxs artistas seleccionadxs y que han conformado un recorte posible dentro del ecosistema de producción y de ficción en las artes visuales locales en los últimos diez años, se propuso una dinámica de trabajo con premisas concretas, propiciando el intercambio colectivo, fomentando la intuición y el azar, pero haciendo foco en la lógica que el hacer fue desarrollando. El proceso de laboratorio fue documentado a nivel audiovisual y gráfico por un equipo de asistentes de la dupla curatorial. Los insumos producidos por ellxs, fueron trabajados semanalmente en conjunto con el equipo y desplegados posteriormente en esta publicación, así como también, integrados al diseño museográfico. Por otra parte, y siguiendo en el camino de la transversalidad y la polifonía, se invitó a un escritor, con la finalidad de producir un retrato literario de las diferentes instancias presenciales del taller. A modo de instalación literaria, una suerte de flaneur observador de lo micro, el escritor abordó lo imperceptible desde su propia subjetividad. Una apuesta del equipo curatorial a dejarse reescribir.Lxs artistas asumieron un rol protagónico a lo largo de los encuentros, se trabajó a partir de cuatro operaciones que denominamos estratos y que configuraron la columna vertebral de nuestra propuesta: excavar, extraer, compostar y emparentar, entendiendo a estos movimientos como dinamizadores matéricos y conceptuales.
Laboratorio:
El laboratorio se desarrolló durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 2023 y se configuró como un espacio experimental y procesual que apuntó a imaginar posibilidades de regeneración matérica en un mundo en crisis. A través de prácticas tangibles e intangibles, la intención fue cooperar para producir conocimiento a través de la crianza mutua y el afecto (dejarse afectar). Partiendo de obras que han sido relevantes en la trayectoria de lxs artistas seleccionadxs y que han conformado un recorte posible dentro del ecosistema de producción y de ficción en las artes visuales locales en los últimos diez años, se propuso una dinámica de trabajo con premisas concretas, propiciando el intercambio colectivo, fomentando la intuición y el azar, pero haciendo foco en la lógica que el hacer fue desarrollando. El proceso de laboratorio fue documentado a nivel audiovisual y gráfico por un equipo de asistentes de la dupla curatorial. Los insumos producidos por ellxs, fueron trabajados semanalmente en conjunto con el equipo y desplegados posteriormente en esta publicación, así como también, integrados al diseño museográfico. Por otra parte, y siguiendo en el camino de la transversalidad y la polifonía, se invitó a un escritor, con la finalidad de producir un retrato literario de las diferentes instancias presenciales del taller. A modo de instalación literaria, una suerte de flaneur observador de lo micro, el escritor abordó lo imperceptible desde su propia subjetividad. Una apuesta del equipo curatorial a dejarse reescribir.Lxs artistas asumieron un rol protagónico a lo largo de los encuentros, se trabajó a partir de cuatro operaciones que denominamos estratos y que configuraron la columna vertebral de nuestra propuesta: excavar, extraer, compostar y emparentar, entendiendo a estos movimientos como dinamizadores matéricos y conceptuales.
III
Por definición, el investigador va tras algo que no tiene a mano, una cosa que se le escapa, que desea. ¿Cuál es esa cosa? Una especie de cosa en sí oscura, tentadora y misteriosa, residuo supremo que se puede embellecer con el valor más ideal o con el más sórdidamente material. A veces se detiene en su recorrido, desconcertado: de repente ante su mirada algo ha aparecido, otra cosa que no esperaba. No la cosa en sí de su búsqueda inicial, sino una cosa fortuita, explosiva o bien discreta, una cosa inesperada que estaba ahí. (Huberman, 2015, p.7)
Diseñamos esta curaduría desde la invención y creación de atravesamientos y agenciamientos disciplinarios; modos de transgredir la creciente especificidad, a partir de la producción de condiciones que habiliten a salir de la referencialidad dogmática de ciertos abordajes artísticos. Propusimos un acercamiento crítico al cuerpo de obra de cada unx de lxs artistas seleccionadxs, lo que supuso localizar aquellos sitios donde emergen singularidades, parentescos, clichés, catástrofes, entremezclando diversos saberes sin pretender conjurarlos bajo una forma globalizante. Obviamente, este movimiento telúrico que desdibuja los objetos teóricos, discretos, unívocos, implica no sólo el intercambio entre diferentes áreas del saber sino la crítica interna de variadas regiones de un campo disciplinar que, al transversalizar con otros saberes, pone en interrogación muchas de sus certezas teóricas.Procuramos comprender las piezas expuestas desde un nuevo montaje, y que sea a partir de este nuevo orden de comprensión y posibilidades que emerja un tipo de discurso narrativo y condensador. Las piezas son pensadas en tanto redes, es decir como sistemas heterogéneos que comprenden discursos, visualidades, instituciones, prácticas espaciales, normas, medidas, enunciados, afectos, desbordes; perteneciendo tanto al lugar de lo dicho como de lo no dicho.Una inundación, el plástico como una nueva naturaleza artificial y alienígena, una familia de criaturas extrañas, "materias vibrantes" (Bennett, 2022) y tejidos de relaciones sociales, políticas e históricas atravesadas por la materia. Los materiales hablan la lengua de los hidrocarburos, las fuerzas geológicas y las placas tectónicas en movimiento permanente, amplificando el eco de las cosas por venir. La ficción como eje transversal de los distintos proyectos, en los que se manifiesta un quehacer acumulativo que nos recuerda a los fenómenos de estratificación. La exposición se propone como un ecosistema en donde encontramos una profusión de elementos orgánicos, domésticos, tecnológicos y sintéticos coexistiendo con la reflexión y la autorreflexión del rol y la relación que el artista posee y puede potenciar en el contexto actual.Lxs nueve artistas propuestos para la realización de este proyecto tienen recorridos artísticos, mediales y poéticos diversos, lo cual permitió la construcción de un discurso expositivo basado en la heterogeneidad y la hibridación de experticias.El grupo de artistas ha desplegado a lo largo de su trayectoria aproximaciones a la cuestión del habitar contemporáneo, proponiendo singulares dinámicas objetuales, a partir de la experimentación con distintos medios, percepciones e investigaciones.Es en este sentido que nos interesó desmontar algunos de los supuestos que habitan y habitaron las obras desarrolladas por ellxs y que resultan subsidiarias de dinámicas antropocéntricas o cuestionadoras de las mismas.En todxs ellxs la obra física marca una temporalidad con respecto a los materiales empleados. Son artistas que proponen acciones recolectoras en sus procesos de factura y pensamiento, unxs ahondando en profundas investigaciones históricas, otrxs reconfigurando y remixando, desmantelando de manera sutil y, a veces, radicalizando divisiones modernas como adentro-afuera, naturaleza-cultura, objeto-sujeto.Las obras expuestas irrumpen en las divisiones antes nombradas apelando a la noción de "naturoculturas" de Donna Haraway, en pos de realizar un ejercicio colectivo e individual de desmontaje de estas obras, proponiendo un continuo de prácticas entrelazadas, en donde las lógicas de la distinción son sustituidas por lógicas de ensamblaje, de colaboración y de parentesco.En algunos casos, la materia se convierte en metalenguaje, extrayendo el discurso de los vínculos y procesos que la propia dinámica del laboratorio facilitó. En otros, la excavación profunda en su propio cuerpo de obra hace emerger la urgencia fragmentaria hacia una práctica del continuar, fortalecerse y reparar. El movimiento trepidante plantea repensarnos de manera simbiótica. "Imaginar con coraje", nos recomienda Ailton Krenak, al sugerir una utopía salvaje que apueste por una pluralidad imprevista y que nos ayude a soñar otros mundos, atrevernos a ir más allá de la ficción del mundo.
Por definición, el investigador va tras algo que no tiene a mano, una cosa que se le escapa, que desea. ¿Cuál es esa cosa? Una especie de cosa en sí oscura, tentadora y misteriosa, residuo supremo que se puede embellecer con el valor más ideal o con el más sórdidamente material. A veces se detiene en su recorrido, desconcertado: de repente ante su mirada algo ha aparecido, otra cosa que no esperaba. No la cosa en sí de su búsqueda inicial, sino una cosa fortuita, explosiva o bien discreta, una cosa inesperada que estaba ahí. (Huberman, 2015, p.7)
Diseñamos esta curaduría desde la invención y creación de atravesamientos y agenciamientos disciplinarios; modos de transgredir la creciente especificidad, a partir de la producción de condiciones que habiliten a salir de la referencialidad dogmática de ciertos abordajes artísticos. Propusimos un acercamiento crítico al cuerpo de obra de cada unx de lxs artistas seleccionadxs, lo que supuso localizar aquellos sitios donde emergen singularidades, parentescos, clichés, catástrofes, entremezclando diversos saberes sin pretender conjurarlos bajo una forma globalizante. Obviamente, este movimiento telúrico que desdibuja los objetos teóricos, discretos, unívocos, implica no sólo el intercambio entre diferentes áreas del saber sino la crítica interna de variadas regiones de un campo disciplinar que, al transversalizar con otros saberes, pone en interrogación muchas de sus certezas teóricas.Procuramos comprender las piezas expuestas desde un nuevo montaje, y que sea a partir de este nuevo orden de comprensión y posibilidades que emerja un tipo de discurso narrativo y condensador. Las piezas son pensadas en tanto redes, es decir como sistemas heterogéneos que comprenden discursos, visualidades, instituciones, prácticas espaciales, normas, medidas, enunciados, afectos, desbordes; perteneciendo tanto al lugar de lo dicho como de lo no dicho.Una inundación, el plástico como una nueva naturaleza artificial y alienígena, una familia de criaturas extrañas, "materias vibrantes" (Bennett, 2022) y tejidos de relaciones sociales, políticas e históricas atravesadas por la materia. Los materiales hablan la lengua de los hidrocarburos, las fuerzas geológicas y las placas tectónicas en movimiento permanente, amplificando el eco de las cosas por venir. La ficción como eje transversal de los distintos proyectos, en los que se manifiesta un quehacer acumulativo que nos recuerda a los fenómenos de estratificación. La exposición se propone como un ecosistema en donde encontramos una profusión de elementos orgánicos, domésticos, tecnológicos y sintéticos coexistiendo con la reflexión y la autorreflexión del rol y la relación que el artista posee y puede potenciar en el contexto actual.Lxs nueve artistas propuestos para la realización de este proyecto tienen recorridos artísticos, mediales y poéticos diversos, lo cual permitió la construcción de un discurso expositivo basado en la heterogeneidad y la hibridación de experticias.El grupo de artistas ha desplegado a lo largo de su trayectoria aproximaciones a la cuestión del habitar contemporáneo, proponiendo singulares dinámicas objetuales, a partir de la experimentación con distintos medios, percepciones e investigaciones.Es en este sentido que nos interesó desmontar algunos de los supuestos que habitan y habitaron las obras desarrolladas por ellxs y que resultan subsidiarias de dinámicas antropocéntricas o cuestionadoras de las mismas.En todxs ellxs la obra física marca una temporalidad con respecto a los materiales empleados. Son artistas que proponen acciones recolectoras en sus procesos de factura y pensamiento, unxs ahondando en profundas investigaciones históricas, otrxs reconfigurando y remixando, desmantelando de manera sutil y, a veces, radicalizando divisiones modernas como adentro-afuera, naturaleza-cultura, objeto-sujeto.Las obras expuestas irrumpen en las divisiones antes nombradas apelando a la noción de "naturoculturas" de Donna Haraway, en pos de realizar un ejercicio colectivo e individual de desmontaje de estas obras, proponiendo un continuo de prácticas entrelazadas, en donde las lógicas de la distinción son sustituidas por lógicas de ensamblaje, de colaboración y de parentesco.En algunos casos, la materia se convierte en metalenguaje, extrayendo el discurso de los vínculos y procesos que la propia dinámica del laboratorio facilitó. En otros, la excavación profunda en su propio cuerpo de obra hace emerger la urgencia fragmentaria hacia una práctica del continuar, fortalecerse y reparar. El movimiento trepidante plantea repensarnos de manera simbiótica. "Imaginar con coraje", nos recomienda Ailton Krenak, al sugerir una utopía salvaje que apueste por una pluralidad imprevista y que nos ayude a soñar otros mundos, atrevernos a ir más allá de la ficción del mundo.
Lucía Pittaluga y Lourdes Silva